Si bien Sierra del Cielo se sostiene por medio de la recepción de donaciones y aportes, anónimos y espontáneos, la visión de colaboración para con el centro es tenida en cuenta por nosotros de un modo más amplio e integral.
Cuando un individuo o grupo nos visitan, están cooperando con el desenvolvimiento de aspectos ceremoniales sumamente necesitados hoy por el Ser Planetario. En la adhesión de aquellas partículas, vemos simbolizada la colaboración a algo que excede al centro mismo. La donación de la consciencia para con el cumplimiento de una meta universal. Es el fortalecimiento de un patrón de vida y conducta que comienza a circular silenciosamente en la superficie planetaria; anclando -por ahora- solo en pequeños grupos o individuos de manera aislada. La esencia de una Nueva Humanidad. Aquel que adhiere a la tarea Uksim, está sosteniendo una energía valiosa que ultrapasa el marco mismo de esta tarea. Sierra del Cielo es un campo ceremonial, cuyo funcionamiento se sostiene por medio de patrones solares y cósmicos; adaptados para la vida planetaria por medio de los Centros Intraterrenos.
Adherir a centros de servicio planetario, y colaborar en su constitución y funcionamiento a nivel concreto, solo es una parte del ensayo evolutivo que una porción de la humanidad debe plasmar. Para muchos seres, hoy día, es más fácil un cierto tipo de colaboración material, que el ofrecimiento de su vida al Plan Evolutivo. Si a ese tipo de colaboración no se sumara la adhesión y sintonía de los seres en el campo mismo de las energías y leyes internas, un ámbito de esas características solo se limitaría a un conglomerado material infraestructural, carente de esencia y amparo jerárquicos.
Sierra del Cielo se abre a la recepción de la vida cósmica, para ofrecerla a quienes -bajo ley de sintonía- corresponden con su patrón vibratorio. Aquellos que se acercan atraídos por esa oculta fuente, sustentados para ello por su propia consciencia interior, se tornan ejecutores y dispensadores de inédita energía de servicio. De este modo, al seguir los impulsos internos que lo llevan a contactar Vida en Uksim, el ser ingresa en una fase y rellano de la existencia planetaria, propios de su despertar espiritual y monádico; permitiendo que los vehículos de los cuales se sirve su alma ingresen en instancias de espiritualidad práctica. Uksim debiera servir para la transición del mero conocimiento teórico e hipotético, hacia la atención de los niveles materiales de la vida planetaria por parte de la esencia interna del ser. Así, cualquier intento de acercamiento, colaboración, o adhesión a este centro, no podría ser visto fuera de su verdadera y oculta resonancia global.
Desde la antigüedad más remota, siempre fue transmitido a los seres humanos la importancia energética de los verdaderos trabajos grupales. El potente estímulo energético que captaban, procesaban, y luego ponían en circulación. Los Esenios fueron un vivo ejemplo de lo mencionado. Allí, en las proximidades del Mar Muerto, aquel pequeño grupo anticipó legítimas bases energéticas; demostrando que lo cuantitativo era relativo, sin capacidad de ofrecer reales limitaciones a lo cualitativo. Su presencia estimuló y facilitó la circulación de una cierta gradación de la energía de cura.
Actualmente, y bajo un patrón renovado, un número impreciso de autoconvocados debe asumir planificaciones internas relacionadas con la manifestación de tareas grupales evolutivas. De este modo, la consciencia del Ser Planetario puede activar la distribución de ciertas energías. Flujos energéticos que corresponde a la humanidad -al menos a una porción de la misma- custodiar. Centros como Sierra del Cielo surgen en respuesta a la potente energía de los Grupos Internos y los Centros Intraterrenos. De una u otra forma, cada una de las partículas que componemos la actual coyuntura planetaria somos traspasadas por potentes incentivos energéticos. Algunas, en su búsqueda de respuesta, y obedeciendo aquella mencionada planificación interior, asumen la expresión de centros de servicio planetario. Residen en ellos. Avanzando en la implantación de futuros patrones de vida, a medida que aquel proceso de purificación -tan representativo de la actual transición del planeta- va liberándolas de antiguos lastres. Las sucesivas expansiones de consciencia las predisponen al cumplimiento de ciclos internos. Ciclos que también se reflejan, y cumplen, en el contexto general grupal de aquellos centros.
De lo detallado, se desprende que no puede verse la colaboración con un centro como Sierra del Cielo, sino como una forma de asistir las necesidades de la vida en nuestro planeta. De ese modo, quienes encuentran señales que los orientan hacia el estado de consciencia que Uksim representa, pasan a transitar fases superlativas de la energía del servicio; asumiendo, en el grado correspondiente a su instancia evolutiva, la dinámica de aquel Grupo Interno al cual su alma pertenece.
La Ley del Karma Material ha de ser trascendida en la superficie de la Tierra, dando paso a la Ley Evolutiva Superior. Uksim trabaja en la colaboración necesaria, para que esa coyuntura de transición reciba los mayores aportes armónicos; cumpliéndose, al menos en parte, el sentido de la presencia de los autoconvocados sobre este final de ciclo.

El Centro se sustenta a través de donaciones anónimas y espontáneas...