Cosmosofía

Dentro del amplio contexto de las civilizaciones que se desarrollaron en este planeta, la existencia de impulsos expansores de la consciencia, con carácter de revelaciones interiores, siempre estuvieron a disposición de la humanidad.

La filosofía, es en realidad, desde la óptica de los niveles internos de la vida, un conjunto de revelaciones. La ciencia cósmica o cosmosofía, representa genuinamente la esencia de la filosofía, que nada tiene que ver con el significado que comúnmente la humanidad polariza con relación a este término. Un cúmulo de energías del nivel mental, con casi una total ausencia de energías espirituales y una falta absoluta, en algunos casos, de religiosidad, es a lo que hoy, distorsionadamente, se denomina filosofía. Atento a obedecer pautas internas con relación a su tarea evolutiva, Grupo UKSIM utiliza el término cosmosofía, para diferenciar la ciencia cósmica de la sincrética filosofía de estos tiempos de transición. Estas revelaciones interiores, o cosmosofía, son un instrumento de la Vida Única, para que, acorde al ciclo y al estado de consciencia en el que se encuentra un ser, él pueda recibir, de la manera más oportuna y adecuada a su perfil, la verdad en su propia medida. La revelación paulatina de esta ciencia está vinculada al tránsito, por parte del ser, de la senda iniciática. A cada etapa de la ascesis corresponde una especial proyección de esta ciencia interior, vórtice por el cual, el conocimiento supramental, se revela a la consciencia externa.

Es muy común -en estos tiempos tan particulares- para la presente cultura planetaria, que los esquemas filosófico-doctrinarios y / o esotérico-ocultistas, que basan su estructura en energías del ciclo anterior (donde la polaridad femenina planetaria aún no estaba activada, e imperaba la manifestación de la polaridad masculina, hecho que cambió a partir del 8/8/88) no puedan adaptarse a los cambios que exige una nueva condición de la energía. Todos los sistemas, sin exclusión, formados durante el ciclo anterior de manifestación planetaria (siendo el yoga, el control mental, la metafísica, solo algunos ejemplos), deben su conformación y su razón de ser a la polaridad masculina, ex regente -en términos de energía-, de este planeta, y al sistema de chakras (circuito de energías, con correspondencia en el nivel etérico del ser humano) que debe su manifestación, a una analogía del ser humano, con relación a la polaridad del planeta donde transcurre su actual evolución. La ciencia cósmica, o cosmosofía, tal cual ella se nos revela hoy, centra su acción en el desarrollo del Conciente Derecho (Campo Cosmo-Sono-Medular) circuito de energías que paulatinamente reemplazará al de los chakras que, paulatinamente, está entrando en hipofunción. La energía exige hoy otra actitud a la consciencia. El compromiso para con el Plan Evolutivo exige una mayor rendición. Intentar la manipulación y proyección de la energía, carece de validez, como parte del aprendizaje del ser. Su vida, incluso en la más vivaz actividad, debe reflejar un estado de quietud e impasibilidad, propios de quienes redujeron la distancia con sus núcleos internos, y comienzan a expresar vida impersonal. Cualidad, devenida, de la trascendencia de la óptica emocional y mental de la existencia.

Un tratamiento más maduro de la realidad, con relación a su actitud para con los agentes de la Vida Única: Jerarquías Planetarias, Solares y Cósmicas -Civilizaciones Intraterrenas y Extraterrestres-.

Dejar de pedir, y llegar a grados de fe, entrega y servicio, que están siendo impulsados desde los planos superiores de la consciencia. Los viejos esquemas ya nombrados, tal vez por un perfil de energías doctrinarias, abundaban por momentos en excesivo material del plano mental. La nueva filosofía, sin el peso de un techo doctrinario -y carente de sincretismo- eleva al ser hacia su propia realidad interior, permitiendo, simultáneamente, un nuevo grado de relación, y el descenso a los niveles materiales, de elementos que nos señalan y descubren el camino de retorno al origen. Adaptarse a esos impulsos, y transformarse, es una prueba para estos tiempos.



Daniel Gagliardo – Uksim Centro de Servicio Planetario

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